Mientras Deacon (Jay Harrington) lidia con una difícil decisión sobre el futuro de su hija, el equipo persigue a un grupo supremacista blanco responsable de una serie de crímenes en toda la ciudad.

Una trágica misión provoca que cada miembro del equipo tenga que lidiar personalmente con su propio dolor emocional.

El equipo trabaja para dar caza a una banda de mercenarios contratados por un exitoso director ejecutivo que intenta huir del país antes de ser arrestado por llevar a cabo una gran estafa.

Tras el resurgimiento de los Duques Imperiales, el equipo debe movilizarse para detener un ataque a gran escala. Mientras tanto, Hondo se preocupa por Darryl, y Deacon se siente incómodo con un nuevo recluta.

El equipo persigue a una banda criminal especializada en atracos bancarios que roba a los ricos para ayudar a los pobres. Deacon (Jay Harrington) lucha por saber qué hacer con algunos policías racistas.