El grupo de aventureros conocido como Vox Machina recibe del Soberano Uriel el encargo de averiguar quién (o qué) está diezmando las aldeas de los alrededores de Emon.

Vox Machina informa al Soberano Uriel del monstruoso culpable de los devastadores ataques a las aldeas y consiguen localizar la guarida oculta de la criatura. Por la seguridad de Emon, Vox Machina deberá estar a la altura de las circunstancias y enfrentarse cara a cara con una bestia que parece imposible de matar.

Invitan a Vox Machina al palacio para una cena formal, donde Percy se encuentra con unos sangrientos personajes de su pasado: los misteriosos Lord Sylas y Lady Delilah Frondespino. Mientras buscan información sobre estos, se produce una batalla. Después, el equipo descubre que el pasado que torturó a Percy le dejó algo oscuro en su interior.

Después de estropear la cena diplomática del Soberano Uriel, Vox Machina es confinada en su fortaleza bajo arresto domiciliario. Mientras evitan el aburrimiento, Keyleth convence a Percy de que les cuente su oscura historia y Pike teme haber perdido la conexión con su deidad. Mientras tanto, una nueva amenaza avanza para enfrentarse a Vox Machina.

Vox Machina viaja a Piedrablanca para enfrentarse a los Frondespino y ayudar a Percy a recuperar el hogar de su familia. Mientras viajan, Scanlan estudia el misterioso libro de hechizos de Delilah para buscar pistas. Pero la primera salida del equipo se ve interrumpida cuando los Frondespino envían monstruos terroríficos para recuperar el libro que han perdido.

Vox Machina encuentra a la líder sagrada de Piedrablanca, la Guardiana Yennen, que les habla de una rebelión en ciernes. El equipo se da cuenta de que para derrotar a los Frondespino necesitarán la ayuda del líder rebelde, Archibald Desnay. Pero antes deben organizar una audaz fuga de prisión y enfrentarse al sádico carcelero de los Frondespino, Kerroña Piedravil.