Booth y Brennan investigan el asesinato de un hombre que aparece muerto en su bañera rodeado de productos químicos.

Un laberinto de calabazas de Halloween se vuelve mucho más tenebroso cuando se descubren los restos momificados de una niña que murió hace un año. Aparece un segundo cuerpo de niña y una 3ª niña desaparece. Ahora los agentes deben encontrar al asesino a contrarreloj antes de que ataque de nuevo este Halloween.

Booth y Brennan investigan la muerte de Kris Kringle, que trabajaba como Santa Claus en un supermercado y cuyo cuerpo fue hallado por dos elfos. Al recopilar pistas, Booth sospecha del casero de Kris, con el que había tenido problemas por la patente de un juguete.

Pritchard pide a Booth y Brennan que les ayuden a investigar otro asesinato, esta vez uno mucho más cercano; y una decisión impulsiva que toma Cam tiene consecuencias inesperadas.

Booth es sospechoso de asesinato en el caso de un jugador de hockey con el que se peleó recientemente durante un partido, así que Brennan tiene que trabajar en el caso con la agente del FBI Payton Perotta; cuando Booth vuelve a patinar, le da varios consejos uno de sus ídolos del deporte, Luc Robitaille, ex jugador de Los Angeles Kings.

Un cadáver aparece dentro de un disfraz de Nutria (la mascota de la universidad), y Brennan y Booth investigan si la víctima ya estaba muerta o si la mataron durante una fiesta universitaria; la víctima, un joven miembro de una hermandad al que apodaban «Castor», tenía en marcha una operación para conseguir dinero y se estaba forrando; y Booth se ofrece a ayudar a su hermano Jared a buscar un nuevo empleo tras su deshonronsa explusión de la Marina