Un cuerpo es hallado en una tienda de alfarería, aparentemente se trata de un robo que se vio interrumpido. Las huellas dactilares encontradas coinciden con las de un caso de una adolescente secuestrada hace veinte años. Grissom, Cath y Nick llevan este caso, mientras Sara y Warrick investigan la calcinación de una mujer que se convirtió en cenizas dejando intacta la silla en la que estaba. Sara cree que se encuentran frente a un caso de combustión espontánea.

Dos mujeres son acusadas de haber atropellado a un estudiante y sin embargo no lo hicieron, él ya estaba muerto cuando le atropellaron. Grissom ha de averiguar quién lo hizo y demostrar a la vez sus habilidades para el lenguaje de los simbolos. Catherine y Nick investigan el golpe de una banda que se ha saldado con cinco muertos en una cafetería.

Grissom y su equipo investigan un atraco en un casino, durante el cual las víctimas inocentes fueron tiroteadas. Mientras, Catherine y Sara acuden al escenario de un asesinato en una zona lejana del desierto. Las pruebas encontradas en ambas escenas del crimen (el abarrotado casino de la ciudad y la aislada tienda de alimentación

en el desierto en la que una dependienta fue asesinada) conducen al CSI ha trazar conexiones entre ambos crímenes.

Un cómico muere sobre el escenario en medio de uno de sus monólogos. Grissom, Catherine y Brass acuden a la escena. Allí, mientras detienen a una sospechosa, Brass reconoce una cara familiar, la de un viudo que hacía un par de semanas había sido investigado por la muerte de su esposa. Ahora anda demasiado fresco y algo no le cuadra al capitán de policía.

Un coche de alquiler explota por los aires a la entrada de un hotel-casino de Las Vegas causando tres muertes, una bomba colocada en su interior y destinada a acabar con la vida del conductor será el detonante de este caso que investigarán Grissom, Catherine y Nick. Por otro lado, Sara y Warrick llevarán la investigación de la muerte de la esposa de un famoso cantante de Las Vegas en el jacuzzi de su suite.