El NCIS continúa investigando a muerte de un agente de la CIA que les llevará a un peligroso grupo de agentes rusos.

Sam teme por la seguridad de su familia cuando piden a su mujer que retome una antigua tapadera de la CIA después de que un caso sugiera vínculos con el infame Sidorov y su arma nuclear robada.

Una explosión nuclear en el Pacífico reaviva la búsqueda de las armas nucleares robados y hace a Hetty a mezclar los equipos del NCIS: LA, enviando Callen y Kensi al extranjero y dejando a Sam y Deeks asociados en el lado del estado.

Las armas nucleares siguen robadas y el equipo debe encontrarlas. Mientras, Sam y Deeks intentan lidiar con la traumática tortura que tuvieron que soportar.