Alberto y Ana por fin dan rienda suelta a su amor. Ahora que Cristina se ha marchado, están decididos a apostar más fuerte que nunca por su relación. Todo va sobre ruedas e incluso a Alberto van a darle un premio de la Asociación de Empresarios: “El hombre del año”. Sin embargo, en la entrega de ese premio, una inesperada sorpresa puede cambiarlo todo. Clara y Mateo también atraviesan un buen momento. Ambos disfrutan del amor y la pasión. Solo hay un problema, Mateo tiene que seguir manteniendo un secreto con Clara: Bárbara está viviendo en su casa. El que también esconde un secreto es Esteban. Blanca no puede ni sospechar las oscuras intenciones que tiene su pareja cuando a ellos les va mejor que nunca. Por su parte, Rita y Pedro regresan del pueblo después de la boda. Su vuelta a las galerías llega con una inesperada noticia. Mientras, Jonás está feliz con su relación a distancia con Luisa.

Tras la noticia de que Cristina está embarazada, Alberto y Ana tienen mucho en que pensar. Ambos se habían propuesto luchar contra viento y marea por su relación, pero esta noticia puede cambiarlo todo, aunque sorprendentemente Alberto lo tiene claro. No piensa abandonar a Ana. Por su parte, Cristina está dispuesta a todo por recuperar a Alberto y con la ayuda de Bárbara traza un plan que le llevará a estar más cerca de su marido. Mientras tanto, Rita y Pedro disfrutan como nunca. Por fin han tenido su noche de bodas y la felicidad les inunda, al menos hasta que descubren junto a Jonás que un terrible suceso puede llevar a la ruina a las galerías. Alberto se ve obligado a tomar cartas en el asunto y pide ayuda a su tío Esteban. Pero ¿será él la persona adecuada para defender los intereses de Velvet?

Es el cumpleaños de Ana y todo apunta a que va a ser un gran día. La noticia de que Phillipe Ray va a trabajar con Velvet inunda los periódicos, Alberto va a prepararle una sorpresa inolvidable y está a punto de empezar a trabajar codo a codo con Raúl de la Riva. Sin embargo, el día de Ana está a punto de complicarse más de lo que espera. Cristina y Bárbara están entregadas a su proyecto. Pero la nueva línea de joyas requiere una preparación previa, así que es el momento de remodelar despachos y buscar una secretaria. En cuanto a Rita y Pedro, van a recibir una visita muy especial: Conchi, la madre de Pedro. Él está encantado, pero Rita está a punto de descubrir las desventajas de tener una suegra. Por su parte, Esteban va a despertar ciertas dudas en Blanca después de comportarse de una forma extraña con ella y Emilio. Pero Blanca no va a quedarse de brazos cruzados hasta descubrir qué está pasando con Esteban.

La relación de Ana y Alberto sufre un nuevo revés. Después de que Raúl de la Riva se haya enterado de que ambos son amantes, el diseñador no se toma bien la noticia y está dispuesto a hacer algo que puede poner en peligro su propia colección. Por si eso fuera poco para Alberto, Mateo va a necesitar su ayuda para afrontar algo para lo que ninguno de los dos está preparado. Hacerse cargo de Lourditas, la hija de Bárbara. Por otro lado el negocio de las joyas va cobrando forma. Bárbara y Cristina se reúnen con un proveedor de joyas, el joven Valentín Alcocer, que no va a ponerles las cosas fáciles. Aunque quizá haya una esperanza. Parece que Valentín tiene debilidad por Patricia. Mientras tanto, Esteban trata de normalizar la relación entre su hija y Blanca con una cena. Pero la joven va a hacer gala de su carácter rebelde e insolente. Lo que no espera es que los planes que tienen para ella van a dejarla sin palabras.

La nueva colección es prioridad en Velvet. Alberto necesita conseguir dinero para el lanzamiento y se juega su futuro al apostar las galerías en una partida de póker. Por su parte, Ana trabaja mano a mano con Raúl y tratará de normalizar su relación con él. Las cosas van bien entre Alberto y Ana ahora que Cristina tiene los papeles para tramitar la nulidad de su matrimonio. Por fin pueden pensar en el futuro. Pero Cristina no está dispuesta a despejar el camino y hará todo lo posible por quedarse embarazada. Por otro lado, Mateo se ha librado de Bárbara y su relación con Clara avanza sin contratiempos. Tal vez lo único que lo amarga son los celos que siente hacia Víctor, el secretario de Cristina. Pero las cosas cambian radicalmente cuando Clara descubre el rastro de la presencia de Bárbara en casa de Mateo.

Sara reaparece en las galerías para invitar a Alberto y Ana a una fiesta que lo cambiará todo. Cristina aprovechará el evento para revelarle a Ana información sobre el pasado de Alberto que podría separarlos definitivamente. Mientras tanto en las galerías el topo vuelve a hacer de las suyas. Las sospechas de Alberto recaen sobre su tío, que tendrá que arriesgarlo todo para mantener la confianza de su sobrino y, al tiempo, demostrarle a Pilar que su lealtad está con galerías Oxford. Cristina y Bárbara firman el contrato con Valentín Alcocer. Ahora necesitan dinero para pagar las joyas y piden un préstamo bancario sin saber muy bien en qué se meten. Ante el temor de una posible estafa se verán en la penosa tarea de pedirle ayuda a Enrique. Por su parte, Patricia tiene que intimar con Valentín para asegurar su futuro y con Jonás, para evitar que él abra la boca y todo el mundo sepa que está viviendo en las galerías.

Tras lo ocurrido en la fiesta Ana no ha ido a dormir a su habitación y al día siguiente no se presenta a trabajar. La noticia de su desaparición se extiende. El ambiente es de angustia, especialmente para las chicas Velvet, Alberto y Emilio, que temen lo peor. La única que parece tener un buen día es Cristina: se ha quedado embarazada y por fin tiene lo que necesita para recuperar a Alberto. Sin embargo, las consecuencias de sus acciones han hecho daño a mucha gente y la culpa empieza a apoderarse de ella. Enrique regresa a Velvet y se convierte en un obstáculo para Patricia al influir en las decisiones de Valentín. Para contrarrestar el efecto, ella acepta ser novia de Valentín al tiempo que se acuesta con Jonás para comprar su silencio. Pero no cuenta con que el dependiente empieza a entender las reglas de juego para usarlas a su favor. Por otro lado, Esteban está a punto de ser desenmascarado y trata de dejar atrás su trabajo de espía para darse una oportunidad con Blanca.

Ana regresa a las galerías dispuesta a luchar por su sueño de ser diseñadora. Pero después de todas las trabas de Cristina y los reveses que su relación con Alberto ha sufrido, está convencida de que para tener una vida plena debe renunciar a Alberto y rompe con él definitivamente. Meses después ha llegado el gran día y el momento más esperado por Ana: el desfile de presentación de las nuevas colecciones de Velvet, de Raúl de la Riva y Phillipe Ray. Pero lo que debería ser felicidad absoluta se convierte en tragedia por culpa de la ira desenfrenada de Cristina, que pondrá en peligro la colección y el buen nombre de Ana. Por su parte, Cristina le hace creer a Víctor que el hijo que espera es de Alberto. Ella espera recuperar a Alberto ahora que ya no está con Ana, pero él sigue empeñado en conseguir la nulidad y eso la lleva a tomar medidas extremas en contra de Ana. La crisis de Alberto y Ana ha servido para fortalecer la relación de Mateo y Clara.

Ana ha sido humillada públicamente y decide olvidarse de ser diseñadora para regresar a su puesto de modista. Pero Alberto no está dispuesto a permitir que Ana abandone su sueño y busca a Enzo Cafiero para proponerle un negocio que puede salvar la carrera de ella. Pero para conseguirlo, Alberto tendrá que hacer algo que cambiará el futuro de las galerías para siempre... Cristina ha acabado con Ana pero no tiene mucho tiempo para celebrar. Una discusión con Alberto pondrá en peligro no solo su embarazo, sino también su mentira. ¿Descubrirá Alberto que el hijo que espera no es suyo? Por otro lado, un asunto familiar obliga a Clara a viajar al pueblo y Mateo se reúne con Michelle, su primer amor. Aunque su intención es ayudar a Alberto para que ella publique su historia de amor con Ana, es evidente que aquella mujer todavía lo pone a temblar. Y que las heridas del pasado todavía están abiertas. Patricia prepara su boda con Valentín y así garantizar su futuro.

Todos en las galerías hablan de la gran noticia que publica la prensa: la confesión de Alberto acerca de su relación con Ana y la paternidad del hijo de Cristina. Las nuevas circunstancias abren una pequeña posibilidad para que Alberto y Ana vuelvan a acercarse. Mientras, Alberto chantajea a Patricia para quedarse con sus acciones y no revelarle a Valentín la verdad sobre su romance con Jonás. Ahora puede vender las galerías a Cafiero y convertir a Ana en la próxima Coco Chanel. Después de eso se irá para siempre. Cristina está más sola que nunca tras la publicación de la historia de Alberto: su familia y amigos le han dado la espalda y es la comidilla de todo Madrid. Está tan desesperada que incluso contemplará la posibilidad de acabar con su vida. Por su parte, Pedro tiene que sacar fuerza de donde no la tiene para cumplir con sus tareas en las galerías, estudiar con Don Emilio para sacarse el graduado escolar y dejar embarazada a Rita.

Ana está dispuesta a confesar su amor a Alberto y corre a buscarlo. Pero Alberto ya se ha ido al aeropuerto. Ana no quiere dejarle escapar y corre a detenerlo. ¿Será capaz de llegar a tiempo? Mientras, la salida de Alberto da paso a la llegada de Enzo Cafiero. Las galerías reciben al magnate italiano con recelo y miedo, pero el italiano quiere hacer comprender a sus nuevos empleados que no tienen nada de qué preocuparse. ¿Será cierto? Lucía consigue un buen médico para que Rita y Pedro puedan quedarse embarazados de una vez. Pero lo que ninguno espera es que quizás el problema para concebir no sea de Rita, si no de Pedro. La boda de Patricia es inminente. El momento de su unión con Valentín por fin ha llegado, pero en el último momento, una confesión de amor sincera por parte de Jonás le hará plantearse todo. Cristina se siente sola y arrinconada. No quiere ser madre soltera y ahora que ha perdido a Alberto para siempre siente que necesita recurrir a alguien que la cuide.

La terrible noticia del avión siniestrado sacude a las galerías… y a Ana en particular. Ante la falta de noticias, Ana se aferra a la esperanza de que Alberto siga con vida. Necesita comprobar si el amor de su vida iba efectivamente en ese vuelo. Para ello recurrirá a la persona que menos se esperaba volver a verla: Carlos. Las pruebas médicas de Pedro y Rita llegan y por desgracia, no es lo que Rita quería oír: posee útero hostil y sus posibilidades de quedarse embarazada se reducen considerablemente. ¿Será capaz de lidiar con la noticia? ¿Cómo se lo tomará Pedro? Apenas pasada la noche de bodas, Valentín recibe la noticia de que las cosas no van bien en las minas de la familia. Debe partir urgentemente a Guinea y Patricia debe quedarse al frente del negocio de joyas. Todavía en estado de shock por la desaparición de su hermano, recuerda el último consejo que le dio Alberto antes de partir y decide convertirlo en el eje de la nueva colección.

Han pasado 10 días desde el accidente de avión y Velvet se esfuerza por recuperar la normalidad. Ana lo intenta a duras penas pero la ausencia de Alberto hace mella hasta en su condición física. Sin embargo, una noticia inesperada lo cambiará todo. La vida de Ana está a punto de dar un vuelco… para siempre. Por su parte, Carlos se ha convertido en uno de los apoyos de Ana. Convencido de que aún puede recuperar a Ana, Carlos ha decidido ocultar que Alberto sigue vivo para siempre. Cueste lo que cueste y tenga lo que tenga que hacer… Ajeno a esto, Mateo sufre la ausencia de Alberto y paga con Clara su dolor. Pero detrás de tanto sufrimiento y gracias a Raúl, puede que Mateo descubra lo que necesita para ser feliz… Mientras, Rita lidia con la terrible realidad de que nunca será madre. Pero no solo eso. Sabe que más tarde o más temprano tendrá que hacer partícipe al padre. ¿Podrá soportarlo el conserje? La presentación de joyas está muy cerca lo que trae de vuelta a Enzo Cafiero.

Cafiero cede el testigo a su hijo Marco, quien parece que va a seguir la labor iniciada por su padre. Pero en cuanto este regresa a Italia, Marco cambia radicalmente de estilo y muestra una cara que nadie esperaba. Marco es un líder implacable que solo piensa en el balance de resultados de la empresa, lo que provoca un enfrentamiento directo con Ana. Ana, por su parte sigue apoyándose en Carlos, que sigue ganándose su confianza. Ella no sospecha en ningún momento que su único interés es recuperarla, aunque para ello siga ocultando el hecho de que Alberto está vivo. La noticia de la boda de Mateo y Clara es vox populi. La bonita declaración de amor ha llegado a oídos de todos... incluidas las "madres" de Mateo, que están decididas a decir mucho en la futura boda de Mateito. La noticia del embarazo de Ana colma el vaso de Cristina. Piensa destruirla cueste lo que cueste y para ello trata de acercarse al nuevo director de las galerías. Pero Cafiero es demasiado listo.

Ana se recupera tras ser empujada por Cristina escaleras abajo. Por suerte, el bebé está fuera de peligro. Pero ella no está dispuesta a dejar pasar lo sucedido. Cristina pagará por lo que ha hecho… Por su parte, Cristina, apoyada por Bárbara, niega ser la responsable de lo sucedido. Pero cuando descubre que nadie la cree y que ha perdido el apoyo de su hermano y de Marco Cafiero, el odio hacia Ana sale a la luz de la forma más inesperada... y peligrosa del mundo. Mientras, la boda de Clara y Mateo sigue su curso. Pero un peligro se cierne sobre el futuro enlace. Se trata de un invitado inesperado que puede dar al traste con la boda… Por si fuera poco, las “madres” de Mateo revolucionan todo. Preparativos, exigencias… Los novios están desbordados. Mateo y Clara se sienten atrapados en una boda que no quieren... tanto que les hace dudar de lo que realmente quieren. ¿Habrá finalmente campanas de boda?