Carlitos llega a Boca con el apoyo de la familia y en un partido hace una jugada que define su apodo y su carácter. Hernán ronda desde las sombras.

La banda de Cochi sigue descontrolada. Carlitos tiene problemas con el apellido, pero no quiere herir a Fabiana, y una patada en la cancha pone en riesgo su carrera.

El Fuerte tiene otro jefe, y la sangre no deja de correr. Carlitos se escapa de la concentración de la AFA por el cumple de un amigo, pero no encuentra lo que esperaba.

Mientras Danilo se hunde en el camino de las drogas y la venganza, Carlitos se acerca a la Bombonera, que ruge a la espera de su próximo ídolo, y conoce a una chica.