Tras un asesinato brutal perpetrado en el puerto de Reikiavik, una inspectora de policía ambiciosa pero frustrada recibe el encargo de dar con el asesino.

Ahora que cuentan con un inspector más en el equipo, la Policía centra su atención en el caprichoso hijo de una de las víctimas y busca alguna conexión con la otra.

Una testigo aporta una pista, muy necesaria, pero angustiosamente imprecisa. Arnar examina a conciencia un nuevo vídeo. Kata está cada vez más preocupada por su hijo.

Arnar sufre una pérdida y Kata cruza un límite. Entretanto, la presión social por la resolución de los asesinatos aumenta tras una entrevista televisada.

Mientras Kata y Arnar hacen avances en la búsqueda de un sospechoso, una filtración a la prensa pone en peligro no solo la investigación, sino también varias vidas.

Después de la aparente conclusión del caso Valhalla, Arnar descubre varias contradicciones e incoherencias en uno de los asesinatos.

Nuevas pruebas abren una senda oscura ante Kata y Hakon, quienes plantean una osada solicitud a sus superiores. Mientras tanto, Arnar recapacita sobre su familia.

Ahora que la horrenda verdad sobre Valhalla ha salido a la luz, los responsables toman medidas drásticas para evitar que los encuentren.