En un pequeño pueblo de Nevada, Jerry Black es un solitario detective de homicidios que está a punto de jubilarse. Resignándose a dejar el trabajo, lo único que en realidad da sentido a su vida, decide hacerse cargo de un último caso cuando se descubre en las montañas el cuerpo sin vida de una niña. Tras jurarle a una madre desconsolada que hallará al culpable, comienza una investigación en la que irá más allá de las evidencias y de su horario laboral, volcándose por completo.
Ha pasado un año desde que el esposo de Elizabeth, Bill, murió en un trágico accidente de equitación y ella comienza a avanzar. Cuando se encuentra con Travis Brown, el vaquero que conoció el mismo fin de semana que Bill murió, los dos se pusieron en marcha de inmediato. Travis es justo lo que Elizabeth necesitaba para entrar en su vida y pronto se casarán. Cuando surgen nuevas pruebas que implican que la muerte de Bill no fue un accidente, Elizabeth debe encontrar una manera de protegerse y proteger a su hijo del hombre con el que se casó.