Tras la muerte del abuelo Alfre, la casa de los Mata queda dividida en tres: una parte para cada hija, Gloria y Mónica, y una para Pablo. Gloria defenderá lo que cree que le corresponde, pero Pablo, gracias a su nueva condición de propietario, le plantará cara, convirtiendo la convivencia en la casa en una batalla campal. Mónica, resentida con Arturo por haber metido injustamente a su novio Rafa en la cárcel, intenta pagarle con su propia moneda. Para ello contrata a un detective que conseguirá pruebas de los chanchullos ilegales de su cuñado en Armasa, lo que pondrá a Arturo en una situación más que delicada.

Pablo y Susana están atravesando un momento dulce en su relación, pero todo cambia cuando aparece un tipo en tanga buscando a Pablo. Resulta que es el hermano mayor de Pablo, Javi, un ligón, juerguista, buscavidas, más cercano al modo de ser de los Mata que al de su propio hermano. Un hombre, Germán, le persigue y le quiere pegar una paliza por haberse acostado con su mujer. Pablo sabe que su hermano siempre le mete en problemas, pero se siente responsable de él y le deja vivir en casa, pese a que Susana no le soporta. Mientras, Arturo está en la cárcel. Sobrevivir en un lugar así es complicado, y más cuando resulta que tu compañero de celda es la persona que más te odia en el mundo, Rafa.

Arturo tiene una reunión en Armasa con todos lo socios: necesita dinero para pagar al abogado que le ha sacado de la cárcel. A nadie se le ocurre ninguna línea de negocio nueva hasta que llega Pablo con un japonés interesado en hacer negocios con Armasa. Mientras, Susana organiza una función de teatro para los niños del Centro Cultural. Ella misma es una de actrices, al igual que Pablo. El problema es que su novio tiene que ocuparse del japonés y a Susana no le queda más remedio que recurrir a Javi, el hermano de Pablo. Por su parte, Elvira ha decido coger el toro por los cuernos: decide montar una consulta de tarot para sacar dinero para pagar al abogado de Arturo. Su primer cliente es un acaudalado constructor al que Fermín pretende estafar con la ayuda de las predicciones de Elvira. También Gloria se pone las pilas: busca trabajo aunque lo único que encuentra es cuidar al nieto de una amiga suya que está encantada de la ruina de los Mata

Mónica anuncia a su familia que, por fin, sabe lo que quiere en la vida: le gustaría tener un hijo. El problema es que los candidatos a ser padres de su futuro hijo no abundan. Javi, el hermano de Pablo, parece ser el ideal. Mónica logra emborracharlo pero una chica se lo roba en sus propias narices. Después de otros intentos, al final, lo intenta a través de una clínica de fertilidad en la que se hace unas pruebas y descubre que es estéril. Susana ofrece a Pablo un trabajo de auxiliar administrativo en el Centro Cultural. Pablo, encantado, acepta la oferta. El problema es que Gloria se ha enterado y también lo quiere. Susana no tendrá más remedio que hacerles un examen de admisión en el que Gloria jugará sucio. El día del examen, Gloria le pondrá somníferos a Pablo. Como remate, Jorge le dará el trabajo de administrativo a un amigo suyo. Mientras, Marcos se ha enamorado perdidamente de Montse, la bibliotecaria amiga de Susana. Aconsejado por Javi, quien le dice que mienta como un bellaco, se hace pasar por intelectual. Y nada mejor que un taller de escritura para coincidir con ella en clase. Lo malo es que Montse descubre el pastel: su enamorado no tiene ni idea de literatura.

Arturo está dispuesto a salir de la ruina en la que están sumidos y, sobre todo, a pagarle la deuda a César, el abogado que le sacó de la cárcel. Gracias a Javi, que le sugiere montar una empresa de catering para la cafetería en la que trabaja, Arturo consigue engañar a Gloria para que cocine a destajo. Pero Gloria no da abasto y, al final, termina trabajando toda la familia para terminar un pedido de rosquillas. Montse se va el fin de semana a Tenerife. El problema es que tiene que llevarse a Mónica, que todavía no ha superado la noticia de que no podrá tener hijos. Para colmo, Marcos, que sigue enamorado de Montse, también se apunta. Una vez en Tenerife, las chicas dan esquinazo a Marcos, que acude sólo a un tour por el Teide en el que conoce a Mario. Mónica pondrá todo su empeño en ligarse a Mario, mientras que el objetivo de Montse es un atractivo camarero del hotel llamado Santi. Al final, Mario va detrás de Marcos para sorpresa de Mónica.

La atracción entre Susana y Javi se hace cada vez más evidente. Tanto es así, que Susana termina confesándole a Montse que estuvieron a punto de darse un beso. Con tan mala suerte que Pablo, que pasaba cerca, escucha el final de la conversación, aunque no sabe de quién se trata. En un principio piensa que es Jorge, pero éste le dice que estuvo esquiando en los Alpes. Así que le pide a su hermano Javi que vigile a Susana y que intente averiguar quién es el chico por el que Susana se siente atraída. La sorpresa vendrá cuando descubra que se trata de su propio hermano. Mónica anuncia a la familia que va a adoptar a un niño pero, para comprobar si está preparada, va a acoger a un niño de ocho años llamado Chemi. El niño acogido resulta ser de lo más problemático: no para de hacer trastadas de las que todo el mundo empieza a estar harto. Mónica le propone a Óscar, el hijo de Montse que, a cambio de que le ayude a conseguir a Raquel, él tendrá que cargar con las culpas de lo que hace Chemi.

Arturo monta un negocio en Armasa en el que vende ropa de segunda mano. Gloria le cuenta que en las parroquias, se dona ropa para los pobres y a Arturo se le ocurre la idea de hacerse pasar por cura delante de Cati, una ricachona, que le promete darle ropa para los necesitados. El problema es que Cati va a la nave y ve cómo se vende la ropa. Arturo sale del paso diciendo que con el dinero recaudado va a montar un comedor para los pobres. Cati se queda convencida y aprovecha para confesarle a Arturo (que sigue creyendo que es cura) que se ha enrollado con el sacerdote de su parroquia. Pablo le pide explicaciones a su hermano de por qué intentó besar a Susana. Javi intenta quitarle hierro al asunto, pero Pablo está indignado y así se lo hace saber también a Susana. Josele le aconseja a Javi que se eche novia para que su hermano se quede tranquilo.

Todos los empresarios del polígono donde se encuentra Armasa tienen una reunión con Arturo porque ha habido una serie de robos. En principio, plantean hacer turnos por la noche para que cada una de las empresas controlen que no se robe más. El primer turno le toca a Armasa. Arturo, Fermín y Marcos son los encargados de vigilar. Mientras los dos primeros están fuera, Marcos oye un ruido dentro de la nave y cree que son los ladrones. Armado con una escopeta, consigue golpearse a sí mismo y cae desplomado. Una vez despierto, cuenta la película a su manera: se ha tenido que enfrentar a cinco ladrones encapuchados. El problema es serio, ya no son sólo ladrones sino también agresores.

Fermín se encuentra con un viejo amigo, un empresario dedicado al negocio textil, llamado Salvador. Arturo y Fermín quieren conseguir la distribución de su ropa para Armasa. Como saben que a Salvador le gusta la caza, le invitan a una cacería en el campo, diciéndole que es un coto privado. Salvador se empieza a aburrir porque no caza nada. Así que deciden mandar a Josele a comprar conejos vivos para que Salvador consiga cazar algo. En un descuido de Arturo y Fermín, Salvador cree que le ha disparado a Josele. Momento que aprovechan para hacerle creer que ha matado al chico, así que Salvador no tiene más remedio que firmar el contrato con Armasa. Mónica informa a la familia que va a montar su consulta de psicología en la casa familiar y que ese mismo día vendrá su primer cliente: un hombre llamado Daniel que sufre trastornos esquizofrénicos. Daniel resulta ser un loco peligroso que conseguirá atemorizar a toda la familia.

Por fin parece que Pablo va a intentar rehacer su vida sin Susana y va a compartir piso con Sonia, una antigua novia. Cuando Susana descubre que Pablo vive con otra decide averiguar si realmente son compañeros de piso o algo más. Pablo y Sonia organizan una fiesta de disfraces en su casa, momento que aprovechará Susana para colarse y tratar de despejar sus dudas acerca de la relación de Pablo y Sonia. En la fiesta, Marcos tenderá una trampa al novio de Montse con una mujer de compañía. Para aprovechar el buen momento que atraviesa Armasa, Arturo decide que deben invertir y ampliar su línea de negocio. Fermín, que se ha enterado de que necesitan socios en un nuevo restaurante, convence a Arturo de que es su gran oportunidad para entrar en el mundo de la hostelería. Lo que en un principio era una inversión en un restaurante corriente, derivará en un nuevo conflicto de Arturo con la Justicia. Después del pequeño desliz con César, Gloria pide consejo a la Hermana Aurora, una monja de lo más peculiar. Gloria se da cuenta de que tiene que dejar de trabajar para César y conseguir que Arturo le despida para alejarse de él. Lo único que se le ocurrirá a Gloria es demostrarle a su marido que César bebe más de la cuenta. La necesidad de un nuevo abogado hará que los Mata contraten a un novato recién salido de la facultad.

La necesidad de pagar a César obligará a Arturo a tratar de estafar a un seguro para conseguir dinero de manera rápida. Aprovechando que Pablo tiene un nuevo trabajo como repartidor, tratarán de hacerle creer que ha atropellado a Marcos. El jefe de Pablo, que no termina de creerles, obligará a Arturo y Fermín a tratar de lesionar a Marcos para dar credibilidad al atropello. Gloria, que se ha enterado por el abogado de que su marido estuvo en un club de alterne, tiene una gran discusión con Arturo. Esta nueva desilusión le hará caer en brazos de César. Los problemas vendrán cuando Mónica les descubre. Gloria le mentirá diciéndole que César es un perturbado y que la acosa. Mónica, como buena psicóloga, tratará de analizar el caso de César en profundidad. Después de la fiesta de disfraces las cosas están peor que nunca entre Pablo y Susana. Javi y Montse deciden engañarles y organizarles una cena para que hablen cara a cara. Cuando la cena fracasa estrepitosamente todo parece acabado. Pero estos no se rendirán y la idea de recrear la manera en que Pablo y Susana se conocieron parece infalible. Elvira descubre uno de los chanchullos que Jorge tiene en el ayuntamiento y no dudará en denunciarlo en un programa de televisión. Este, que sabe que un escándalo así puede terminar con su carrera política, intentará por todos los medios que Elvira rectifique. Arturo y Jorge, ante la constante negativa de Elvira, tendrán que recurrir a un plan alternativo que no les saldrá del todo bien.

Susana, después de enterarse de que Pablo se había enrollado con Sonia, decide dejar de lamentarse por él y se dedica a salir por la noche y a beber más de la cuenta. Javi se convertirá en su compañero de juergas. Por su parte, Pablo comienza una relación con Sonia e intenta hacer creer a todo el mundo que son sólo compañeros de piso. Sonia, al ver que no reconoce su relación, se enfadará con él hasta que lo reconozca públicamente. Gloria ha decidido dejar de una vez por todas la relación que mantiene con el abogado de su marido. César, para evitar que Gloria perdone a Arturo y le abandone definitivamente, decide meter a una prostituta en casa de los Mata para que Gloria pille a Arturo con ella y al que decida abandonar sea a su marido. El dinero que Marcos ha cobrado de la indemnización por el accidente trastorna a los miembros de la familia: uno a uno, se aprovecharán de él para que les pague los caprichos. Marcos, harto de que se aprovechen, donará el dinero a la Hermana Aurora, la monja amiga de Gloria. Recuperarlo no será tan fácil como pensaban. Jorge, para medrar en su carrera política, organiza unas jornadas sobre la familia en el centro cultural. En ellas, Mónica conocerá al responsable de las adopciones del Ayuntamiento. Empeñada en conseguir un puesto mejor en las listas de adopción, no dudará en conquistarle.

Jorge anuncia a todos los trabajadores del Centro Cultural que el Ayuntamiento de Madrid ha decidido demolerlo para construir un Centro Comercial. En realidad, ha sido el propio Jorge quien está gestionando todo para quedarse con una comisión de los terrenos. Fermín y Arturo que, se han enterado de los verdaderos propósitos de éste, le proponen Armasa como la empresa que se encargue de la demolición. Jorge acepta y padre e hijo bautizan el nuevo negocio con el nombre de Armasaguedón. El problema es que los trabajadores del Centro Cultural se han encerrado en él en señal de protesta por el cierre. Jorge consigue enviarlos al Ayuntamiento mientras Marcos lo tiene todo dispuesto para volar el edificio. En el último momento, Montse y Mónica se atan a los muros y están a punto de volar por los aires. Pablo habla con Sonia sobre una oferta de trabajo en Bruselas, que ya en su día rechazó por estar junto a Susana. Sonia, en cambio, le invita a aceptarla. Es más, le propone irse con él. Mientras, Javi, animado por Marcos, ha decidido tomar las riendas en su relación con Susana. Para Arturo las cosas siguen complicadas: Gloria no le habla desde que le pilló con la prostituta y el juicio es dentro de dos días. La buena noticia es que César ha conseguido que una empresa que le debía un favor, le justifique los recibos falsos de Armasa. La cosa se complica cuando Gloria anuncia que cuando termine el juicio quiere divorciarse.