Félix Holgado, poderoso industrial de la construcción, aplica la política de ir eliminando paulatinamente a las mujeres que tiene empleadas sustituyéndolas por hombres. Esta situación afecta a Marisa que, al perder su trabajo, ve aumentar las dificultades para cuidar de sus cuatro hermanas. Aprovechando que Félix marcha a Vigo para descansar unos días, los criados de su casa organizan una juerga a la que se incorpora Marisa, que ha ido a hablar con su ex-jefe y ha sido confundida por los criados. El industrial tiene una avería en su coche y, al regresar a su casa sorprende borrachos a los criados y los despide. Marisa, que ha presenciado todo escondida, decide sustituirlos con sus hermanas para demostrar que "todo lo que el hombre hace lo puede hacer mejor la mujer".