Un anuario 2020 mordaz, agudo y muy gracioso centrado sobre todo en la pandemia de coivd-19 y la política estadodounidense en formato de falso documental. Tan divertido como lúcido, sus dardos están dirigidos a muchas de las miserias políticas y sociales que signaron y signan la pandemia y que los habitantes de otros países también hemos padecido y padecemos. Con un humor veloz para mirar y escuchar con mucha atención.
Muerte al 2020 es un anuario francamente muy gracioso, coproducido por Charlie Brooker (el productor de Black Mirror) sobre lo acontecido en el año que está finalizando que adopta el formato de mockumentary, un falso documental con imágenes reales de noticieros alternadas con testimonios y reportajes a personajes ficcionales (un erudito en historia, un periodista, una vocera presidencial, la reina Isabel II (😄), dos ciudadanas "comunes", un influencer, entre otros), sumados al relato de una voz en off (Laurence Fishburn), y que está centrado básicamente (pero no exclusivamente) en la pandemia de coronavirus y la campaña presidencial estadounidense, con agudos dardos contra Trump, Biden y el premier británico Boris Johnson, entre otros.
La película exhibe un humor mordaz, irónico y veloz, british, en la línea anglosajona de sátira política (y en la línea política) de Saturday Night Live, los Monty Python, Borat y Michael Moore y le pasa revista a varias de las miserias políticas, mediáticas y fake news que asolaron EE.UU. y el mundo junto con el coronavirus. Hay muchos chistes realmente muy buenos.
Mejor no describir demasiado a los "personajes" de ese falso documental, pero diría que entre sus puntos más altos se encuentra el catedrático de Historia a cargo de Hugh Grant y la "persona o ciudadano promedio" Gemma (Diane Morgan). Algunos de los entrevistados mantienen, no obstante, una actitud y un discurso "serios" cuando es necesario.
A la manera del personaje argentino nazi Miki Vainilla de Peter Capusotto, la sátira de los emisores de mensajes fascistas y supremacistas está cuidadosamente enmarcada.
Si bien está centrado mayormente en el impacto del Covid-19 y en eventos sucedidos en EE.UU, gran parte del análisis (que incluye a la polarización de la opinión pública , los negacionismos, entre otros muchos) es aplicable a cualquier lugar de Occidente.
Una película muy graciosa y lúcida para ver con los sentidos muy atentos por la agudeza y la velocidad de sus observaciones y chistes (que me obligaron a algunos rebobinados).
Y no dejen de prestar atención a los zócalos que presentan a los entrevistados.
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