Después de descubrir que Fernando Rueda es el autor del asesinato de Ainhoa, parece que la calma llega a la localidad andaluza. Sin embargo, Salva encuentra el cadáver de Marta a las afueras del pueblo. Tras este nuevo crimen, el miedo y el estupor vuelven a instalarse en Campoamargo: cualquiera puede ser el asesino. Sol, prima de Lolo y Lola, es la única testigo de la muerte de Marta.

Tras la muerte de Barislav, lo más inquietante es la ausencia de huellas y de rastro genético, al igual que sucedió con Marta. Héctor cree que el asesino podría vestir algún tipo de traje, igual que utilizan los de la científica, que anularía todo tipo de huellas. La primera medida es realizar un registro en casa de Barislav. Allí, un encapuchado les ataca llevando a Lola hasta las azoteas del edificio. En casa de Barislav, encuentran una nueva prueba

En el almacén de mujeres, Vlad se encuentra con Pilar. Ella quiere continuar con los negocios de su padre: se encargará de comprarle a él las mujeres y después las revenderá cuando no sean necesarias. Tras hallar el cadáver de Francisco, Héctor registra su teléfono y encuentra una web de contactos. Aparece también el Nick “el Cazador”, es el último contacto con el que mantuvo mensajes Francisco.

Héctor estudia las palabras de los anónimos que Fernando recibe en prisión. Sergio descubre a Agneska y a Pablo juntos.

Kaled encuentra a una joven ensangrentada en la carretera. En el hospital, Héctor descubre que la chica tiene un tatuaje. Ella logra balbucear un nombre: Vlad.

Lola y Salva van a la prisión en busca del libro que contiene las misteriosas letras. Héctor recibe información de que en el último préstamo figura el nombre de Vlad.

En la calle, guineanos y gitanos se enfrentan a la salida del culto. Sergio visita a su hermano en la cárcel y le habla de la existencia de un interesante blog.

Una de las mujeres acusa a Pilar de haberla mantenido encerrada. Vlad se enfrenta al cabecilla de la banda. Un gran secreto sale a la luz.

Mientras analizan unas fotos aéreas, los investigadores se fijan en la silueta de lo que parece una bicicleta y consiguen identificar el modelo.

Vlad informa a los investigadores de que en su casa guarda pruebas que lo exculpan. En la cárcel, Fernando recibe amenazas.

Héctor investiga y descubre que el padre de Cristina abusó de ella cuando era joven. La policía encuentra un cuaderno repleto de números con un organigrama.

Rueda logra sobrevivir, pero no está libre de peligro. Lola, Héctor y Salva encuentran al asesino. Al atraparle descubren con asombro su identidad.