Algunas brujas son más hospitalarias que otras cuando Julie, la madre no mágica de Mildred, llega a la academia para trabajar como la nueva profesora de arte.

Tras convertir a su madre en bruja, Mildred cree que no ha sido una buena idea. La señorita Tapioca le enseña a Beatrice a cocinar las galletas de la verdad.

A Julie le cuesta controlar sus recién estrenados poderes mágicos. Ethel siente tanta rabia que se convierte ella misma en el trol del pantano.

Una lechuza sabia tiene la solución para dos problemas muy distintos: Beatrice necesita ayuda para aprobar el examen de pociones y el gato de Maud desaparece poco a poco.

Un nuevo y adictivo juego, con graves efectos secundarios, tiene a toda la academia hechizada. Las estudiantes y los profesores están desapareciendo.

Cuando una culpable Mildred le confiesa su robo a la señorita Hardbroom, a esta le vienen a la memoria los recuerdos de una amistad y un terrible error.

Indigo Moon vuelve a la academia sin saber que han pasado 30 años desde que se convirtió en piedra. Clarice se despierta con una ampolla molestona.

Enid decide hechizar a su famosa madre para poder pasar más tiempo con ella. Indigo acaba huyendo cuando intenta en vano encajar.

Mildred recurre a la creatividad para que Indigo deje de sentirse triste. La tensión entre la señorita Tapioca y su hija se hace más patente el día del legendario pícnic.

Mildred, que debe solucionar un lío antes del examen de Indigo, hechiza una escoba y desata una revolución. Una misteriosa bruja llega en busca de su perro.

Ha llegado el día de la boda de la Srta. Bat. Mildred y Ethel se alían para robar un valioso regalo. Beatrice, Sybil y Clarice fastidian en una importante misión.

El último día del curso sale al rescate una heroína inesperada cuando una presencia maléfica sobrevuela la academia y amenaza con destruirla.