Enfrentándose al dolor por la pérdida de un hijo que nunca conoció, Harrow se sumerge en su trabajo y debe investigar el violento apuñalamiento de un vagabundo.

Conmocionado por el descubrimiento de que su hijo está vivo, Harrow encuentra una beneficiosa distracción en uno de los casos más extraños que jamás haya encontrado: el asesinato de un vampiro.

Harrow consigue demostrar que lo que parece ser un suicidio, es en realidad un asesinato, revelando uno de los secretos de una familia y viéndose obligado a ocultar los suyos.

Harrow recuerda por qué odia acampar tras hacer un viaje de senderismo con Fairley y Nichols... Pero las cosas se complican cuando se ven envueltos en la investigación de un inesperado asesinato.

Mientras Harrow trata de volver a ponerse en contacto con su hijo, Fern y James están cada vez más unidos. Además, la desconcertante muerte de dos adolescentes aumenta la preocupación de Harrow por sus propios hijos.

Mientras aumenta la presión sobre Harrow para que deje de defender a su hijo James, dos desconcertantes muertes exigen todo su ingenio y coraje para conseguir resolverlas, antes de perder definitivamente otra vida.

La misteriosa muerte de una empleada de un hotel lleva a Harrow a un oscuro mundo de espionaje y asesinato, mientras Nichols trata a atrapar al descarriado hijo de Harrow, James.

Tras la muerte de dos hombres en un duelo, Harrow descubre una red de maquiavélicas intrigas dentro de una sociedad histórica suburbana. Mientras tanto, el regreso de Tanya obliga a Harrow a reevaluar los últimos veinte años de su vida.

Mientras Harrow investiga un crimen desconcertante que involucra a hermanos, James pone en peligro a su hermanastra Fern y termina por pagar un precio elevado.

Mientras Harrow debe capear el temporal cuando un niño gravemente enfermo en el Instituto de Medicina Forense de Queensland necesita su ayuda, Mila Zoric le propone negociar la liberación de su hijo secuestrado.