El as de los videojuegos Fumiya Tomozaki se ha dado por vencido en el "juego de porquería" de la vida, hasta que una compañera de clase se ofrece a enseñarle las reglas del mejor juego nivel dios.

Hinami le da a Tomozaki la tarea de empezar y continuar conversaciones. Tras fracasar en sus primeros intentos, rescata algunas observaciones atinadas.

Con ayuda de Hinami, Tomozaki recibe un curso intensivo sobre cómo vestirse bien y hablar con chicas, lo que inesperadamente lo acerca a una compañera en particular.

Tomozaki empieza a enseñarle a Izumi su juego favorito, se sincera con Kikuchi y se ve obligado a jugar contra el vengativo Nakamura después de clase.

Tomozaki se hace un nuevo amigo, luego sale de compras nada menos que para el regalo de cumpleaños de Nakamura. Naturalmente, Hinami lo convierte en una lección.

Se acerca la elección de la junta estudiantil y Tomozaki se une a la campaña de Mimimi. Resulta que ambos tienen motivos para querer vencer a Hinami.

Tomozaki lleva su astucia de jugador al discurso de campaña de Mimimi, pero Hinami también juega bien. Tama le cuenta a Tomozaki cómo ella y Mimimi se hicieron amigas.

Mimimi está en un punto de quiebre. Una mirada más profunda a su pasado revela por qué está tan determinada a vencer a Hinami, mientras que la motivación de Hinami sigue siendo un misterio.

Tomozaki ensaya con Hinami para prepararse para su cita al cine con Kikuchi y es invitado a una barbacoa con pernoctada con sus populares compañeros normis.

Tomozaki experimenta las actividades de un campamento tradicional de normis que siempre rechazó, al tiempo que el grupo arma un plan para reunir a Izumi y Nakamura.

Una conversación oída casualmente entre Mizusawa y Hinami le da a Tomozaki una perspectiva diferente sobre sus lecciones privadas para conquistar el juego de la vida.

Una conversación con Kikuchi ayuda a Tomozaki a darse cuenta de lo que quiere, y una confrontación con Hinami marca el curso del futuro de su relación.