Los guardianes defensores salvan a Duggard, un jefe vikingo, y este les invita a visitar su pueblo, donde deben demostrar que son amables y quieren ayudar.

La falta de planificación de Dak hace que se pierda junto a Arista, Alerón y Elbone en unas cuevas. La falta de resolución de Leyla complica el rescate.

Zampón se asusta con la leyenda de un fantasma llamado Colmillo Espectral. Pero, cuando percibe que la historia es real, no consigue que sus amigos le crean.

Los guardianes defensores se quedan atrapados en una cueva con su rival, Magnus, durante una carrera para encontrar una nueva fuente de un mineral muy importante.

Frustrada porque no encaja en el equipo, Furia emprende una misión con Elbone para salvar un huevo de dragón atrapado en el hielo.

Cuando los otros dragones contraen la gripe, Verano debe superar su miedo a las anguilas para conseguir la cura y lograr que sus amigos vuelvan a volar.

Magnus urde un plan para esconderse en un huevo y espiar a los guardianes defensores. Pero las cosas se le complican cuando una mamá dragón lo lleva a su nido.

Furia, Zampón y Arista se quedan al cuidado de unos huevos de dragón. Tendrán que vigilarlos bien para evitar que los roben tres sigialados muy avispados.

Arista tiene la oportunidad de ejercer de "mamá" cuando un dragón recién nacido forja un vínculo con él. Más tarde, ambos tendrán que socorrer a los demás.

Zampón y Alerón se lesionan un ala cuando están con Dak, y solo podrán volver a casa si trabajan en equipo. Arista se queda atrapado en un charco en el faro.

Los guardianes celebran un "Día del Dragón" para mostrar sus habilidades a un joven admirador, pero Furia se lo salta para divertirse con sus nuevas y audaces amigas.

Mientras los demás cuidan a los pequeños dragones en el faro, Dak, Alerón, Zampón y Furia se enfrentan a un viejo dragón gruñón en una isla muy peligrosa.

Los guardianes piensan en unirse a los sigialados cuando el furioso Cascarrabias amenaza al poblado. Sin embargo, sus viejos enemigos quizá tengan nuevas artimañas.